jueves, 17 de enero de 2013

Enrique VIII

Hemos conocido como los Tudor llegaron al trono, pero nos faltaba saber un poco más de uno de los monarcas más famosos de la historia. Se le conoce sobre todo por haberse casado seis veces y por ejercer el poder más absoluto entre todos los monarcas ingleses. Entre los hechos más notables de su reinado se incluye su ruptura con la Iglesia católica romana, y su establecimiento como cabeza de la Iglesia de Inglaterra (Iglesia Anglicana), la disolución de los monasterios, y la unión de Inglaterra con Gales.

Enrique VIII nació el 28 de junio de 1491 en el Palacio de Placentia en Greenwich. Fue el tercer hijo de Enrique VII y Isabel de York. Al morir su hermano Arturo, hereda la corona inglesa.
En 1493, fue designado condestable del castillo de Dover y Lord Warden "de las cinco puertas".
En 1494 fue nombrado Duque de York, y posteriormente comisario principal de Inglaterra y Lord teniente de Irlanda, mientras aún era un niño.
Posteriormente fue nombrado conde mariscal de Inglaterra y señor teniente de Irlanda.
Enrique recibió una educación de primera clase de importantes tutores y consiguió adquirir fluidez en el latín, francés y español.
Con once años, su madre, la reina Isabel de York falleció.


En 1501 asistió a la boda de su hermano mayor Arturo, heredero de la corona inglesa, con Catalina de Aragón, pero al año siguiente, tras sólo 20 semanas de matrimonio, Arturo muere de una infección lo que convierte a Enrique en Príncipe de Gales. Entonces, Enrique VII sigue interesado en sellar una alianza matrimonial entre Inglaterra y España, ofreciendo a Enrique, su segundo hijo, nuevo Príncipe de Gales y heredero al trono, en matrimonio a Catalina, quien alegó que su matrimonio con Arturo no había sido consumado. Con ello no hacía falta una dispensa papal pero preferirieron obtenerla para más seguridad. El Papa otorgó apresuradamente la dispensa mediante una Bula.
Enrique VIII ascendió al trono en 1509, tras la muerte de su padre. Desposó a Catalina de Aragón nueve semanas antes de su coronación en Greenwich, el 11 de junio de 1509.
Fueron coronados juntos en la Abadía de Westminster el 24 de junio de 1509.
La reina Catalina quedó embarazada al menos siete veces (por última vez en 1518), sólo uno de los vástagos, la princesa María, sobrevivió a la infancia. (Ver Catalina de Aragón)
Enrique tenía amantes, incluyendo a María Bolena y a Isabel Blount, con quien había tenido un hijo ilegítimo, Henry Fitzroy, primer duque de Richmond y Somerset.
En 1526, cuando tuvo claro que la reina Catalina no podría tener más niños, Enrique comenzó a perseguir a la hermana de María Bolena, (ver María Bolena) Ana (ver Ana Bolena) , con la que se encaprichó hasta acabar perdidamente enamorado de ella.
Enrique VIII quería divorciarse de Catalina para casarse con Ana Bolena, por lo que alegaba que su matrimonio no era válido al haber sido ésta previamente mujer de su hermano Arturo.

Por mucho que lo intentaron, sobre todo Thomas Wolsey (su Lord Canciller); el Papa Clemente, prisionero de Carlos V (que era sobrino de Catalina), negó la anulación y Enrique VIII decidió romper con Roma, aconsejado por Thomas Cranmer y Thomas Cromwell.
Enojado con el cardenal Wolsey por no conseguir la dispensa, Enrique lo despojó de su poder y riqueza. Lo acusó de traición pero Wolsey murió en el camino de regreso a Londres para afrontar las acusaciones.
En 1533 hizo que Cranmer (a quien había nombrado arzobispo de Canterbury) anulara su primer matrimonio y coronara reina a su amante Ana Bolena, dama de honor de Catalina, con quien se había casado en secreto. El papa Clemente VIII respondió con la excomunión del rey, a la que Enrique VIII opuso el cisma de la Iglesia de Inglaterra, aprobado por el Parlamento (Ley de Supremacía, 1534).
La Iglesia de Inglaterra quedó desligada de la obediencia de Roma y convertida en una Iglesia nacional independiente cuya cabeza era el propio rey, lo cual permitió a la Corona expropiar y vender el patrimonio de los monasterios; los católicos ingleses que permanecieron fieles a Roma fueron perseguidos como traidores (y ejecutado su principal exponente, Tomás Moro, en 1535).
La hija de Catalina, lady María, fue declarada ilegítima, y los descendientes de Ana pasaron a estar en la línea de sucesión real.
La publicación de cualquier escrito alegando que el matrimonio de Enrique con Ana era inválido, resultaba en un cargo de alta traición, que podía ser castigado con pena de muerte.
Catalian fue confinada sucesivamente en Ampthill, en Buckden y en el castillo de Kimbolton, donde murió el 7 de enero de 1536, a la edad de 50 años
En ese mismo año, la reina Ana comenzó a perder el favor de Enrique. Después del nacimiento de la princesa Isabel, Ana tuvo dos embarazos que terminaron en aborto o muerte del niño. Mientras tanto, Enrique empezaba a prestar atención a otra doncella de su corte, Jane Seymour.
Quizá animado por Thomas Cromwell, Enrique hizo arrestar a Ana, bajo cargos de usar brujería para convertirlo en su esposo, de tener relaciones adúlteras con cinco hombres, de incesto con su hermano Jorge Bolena, de injuriar al Rey y conspirar para asesinarlo, con el agravante de traición. Los cargos eran enteramente fabricados. La Corte que trató el caso fue presidida por el propio tío de Ana, Thomas Howard.
En mayo de 1536, se condenó a Ana y a su hermano a muerte por la hoguera o por decapitación, lo que el rey eligiera. Los otros cuatro hombres sobre los que se alegó tener relaciones con Ana, fueron condenados a ser colgados, ahogados y descuartizados.
Jorge Bolena fue decapitado al término del juicio de forma inmediata; a los otros cuatro implicados les fueron conmutadas sus diversas sentencias de muerte por la de decapitación. Ana también fue decapitada al poco tiempo.
Pocos días después de la ejecución de Ana, en 1536, Enrique VIII se casó con Jane Seymour.
El Acta de Sucesión de 1536 declaró a los hijos de la reina Jane dentro de la línea sucesoria, excluyendo a Lady María y a Lady Isabel.
Jane dio a luz a un hijo, el príncipe Eduardo en 1537, para luego morir dos semanas después.
Luego de la muerte de Jane, la corte entera guardó luto con Enrique por algún tiempo. El Rey la consideró siempre su «verdadera» esposa, al ser la única que le dio el heredero varón que tan desesperadamente soñaba.


Enrique decidió casarse una vez más para asegurarse un heredero varón. Thomas Cromwell sugirió a Ana de Cleves, hermana del duque de Cleves, protestante y un importante aliado en el caso de que Roma atacara a Inglaterra.
Hans Holbein el Joven fue enviado a Cleves para pintar un retrato de Ana para el Rey. Después de observar el favorecedor retrato, Enrique decidió desposarse con ella.
Enrique cuando la conoció no la encontró nada atractiva, llamándola en privado «la yegua de Flandes». Había sido retratada sin ningún signo de la viruela que afectaba su rostro. No obstante, Enrique la desposó el 6 de enero de 1540.
Poco después, sin embargo, Enrique deseó terminar el matrimonio, no sólo por sus sentimientos personales, sino por consideraciones políticas.
Ana testificó que el casamiento nunca había sido consumado, diciendo que Enrique iba a su habitación sólo para besarle la frente antes de dormir. El casamiento fue anulado basándose en que Ana había realizado previamente contratos nupciales con otros nobles europeos.
Ana recibió el título de «Hermana del rey» y se le otorgó el castillo de Hever, la ex residencia de la familia de Ana Bolena. Thomas Cromwell, mientras tanto, por haber impulsado el fallido matrimonio, perdió el favor real, cayó en desgracia y fue decapitado.
El 28 de julio de 1540, el mismo día en que Cromwell fue ejecutado, Enrique se casó con la joven Catalina Howard, prima de Ana Bolena.
Poco después del casamiento, la reina Catalina tuvo un romance con el mozo del rey, Thomas Culpeper. También había empleado a Francis Derham como secretario, con quien había estado informalmente relacionada antes del casamiento real.
Thomas Cranmer, obtuvo evidencias de las actividades de la reina e informó a Enrique quien autorizó a Cranmer a efectuar una investigación, de la que resultó la confirmación de las acusaciones.
Al ser interrogada, Catalina pudo haber admitido un compromiso previo con Derham pero en vez de ello dijo que Derham la obligó a establecer una relación adúltera. Derham, a su vez, expuso la relación entre la reina y Thomas Culpeper.
En diciembre de 1541, Culpeper y Derham fueron ejecutados. Catalina no fue condenada en juicio sino por un decreto de deshonra aprobado por el Parlamento.
El casamiento de Catalina fue anulado poco antes de su ejecución. Igual que en el caso de Ana Bolena, Catalina no podría ser culpada técnicamente de adulterio ya que el matrimonio resultó oficialmente nulo desde el origen. Nuevamente esta cuestión fue ignorada y Catalina fue ejecutada el 13 de febrero de 1542.
Enrique se casó en 1543 con su última esposa, la rica viuda Catalina Parr. La nueva reina discutió con Enrique sobre religión, ya que era calvinista mientras que el rey permanecía anglicano. Esta conducta podría haberle resultado peligrosa si no hubiera sido por sus muestras de sumisión. Ayudó a reconciliar a Enrique con sus dos primeras hijas, María e Isabel.
En 1544, un decreto parlamentario puso a ambas en la línea de sucesión tras el príncipe Eduardo, Duque de Cornualles, a pesar de ser consideradas ilegítimas.
Enrique VIII falleció el 28 de enero de 1547 en el palacio de Whitehall. Murió el día en que su padre habría cumplido noventa años. Fue sepultado en la Capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, al lado de su tercera esposa, Jane Seymour.


 

 

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